No existe lugar en el mundo donde el cerdo viva tan libremente como en Extremadura. Más de millón y medio de hectáreas de dehesa repleta de encina componen nuestra región. En ella, los cerdos crecen con libertad, calma y serenidad, alejados de granjas donde se les atosigue para criar carnes con grasa infiltrada. El jamón extremeño es símbolo de calidad, fruto de cerdos ibéricos que encuentran en la bellota su alimento principal para dar lugar a productos de textura, sabor y calidad óptimos.
Jamones, embutidos y derivados del cerdo extremeño han sido siempre objeto de deseo entre los paladares más selectos. De ahí que, a día de hoy, sean demandados por clientes internacionales y las empresas del cerdo ibérico se centren en la exportación. Acercar el aroma y placer del disfrute de los productos del cerdo extremeño al mundo es nuestra misión desde una visión puramente empresarial en beneficio de los productores extremeños.